LA GUÍA DE LA FASCINANTE CERÁMICA JAPONESA
En esta guía te vamos a acercar al apasionante mundo de la cerámica japonesa, qué estilos y tipos hay, su historia, qué características tiene y mucho más sobre una de las formas de arte más populares y antiguas de Japón.
Vas a poder ver obras de los diferentes estilos, muchas de ellas de artistas contemporáneos que por fortuna son herederos de la tradición y arte de los maestros japoneses.
TIPOS DE CERÁMICA JAPONESA
Aquí te vamos a explicar algunos de los diferentes tipos distintos y más conocidos de la bonita cerámica japonesa.
Los alfareros japoneses han estado activos durante siglos, y muchas regiones se dedicaron a fabricar diferentes tipos de vajilla. Algunos objetos se fabricaban para las ceremonias del té, otros para diferentes fines. Durante el periodo Edo, había varias empresas que operaban en todo el país. Algunas empresas, como Hichozan Shinpo-sei, se dedicaban exclusivamente a la producción de objetos para la ceremonia del té.
Si le gusta la alfarería japonesa, puede visitar la ciudad de Mashiko, en la prefectura de Tochigi, el centro alfarero más importante del país. La ciudad tiene una larga historia como sede del estilo moderno de cerámica, fundado por Keizaburo Otsuka a principios del siglo XIX. Keizaburo vio la alta calidad de la arcilla roja local y decidió construir un horno en la ciudad. En la actualidad, unos 300 alfareros siguen produciendo hermosas piezas de cerámica al estilo Mashiko. Además, la ciudad alberga muchas tiendas y galerías.
Te damos a conocer aquí los estilos y marcas de la porcelana japonesa más conocidos. Te ayudará a diferenciarlos y a poder elegir la pieza adecuada. Es importante saber qué tipos de piezas son los más populares entre los aficionados, y cómo reconocerlos.
RAKU
La más popular es la conocida como cerámica Raku, y su artículo más famoso es el chawan. Es un estilo de cocción de las piezas que se remonta al siglo XVI. El artista que está detrás de esta tradición es Raku Chojiro, al que se le considera el fundador de este estilo. Fue una figura influyente en la ceremonia del té en Japón. Su obra incluía tanto la alfarería más rústica como la porcelana.
Cuenco Chawan de cerámica Raku realizado p or Wild Clay Works
SHIGARAKI
El estilo Shigaraki es uno de los tipos más antiguos de cerámica japonesa. Se fabrica en Koka, en la prefectura de Shiga, y es conocido por sus piezas grandes y voluminosas. Está hecha de un material rugoso que resiste el calor. Esto la hace perfecta para hacer piezas grandes. Históricamente, este tipo de cerámica se utilizaba para hacer utensilios y vasijas para el té.
Jarrón Shigaraki Yaki Tokkuri de Stoneware Treasury
LA CERÁMICA DE ARITA
La cerámica de Arita es otro tipo de alfarería japonesa. Su color y forma la diferencian de la alfarería de Imari, que suele ser blanca y sin esmaltar. Se fabrica con materias primas locales y utiliza técnicas para crear patrones distintivos. Algunas piezas están pintadas, mientras que otras se dejan sin esmaltar, lo que les da un aspecto único.
Los alfareros japoneses han estado activos durante siglos, y muchas regiones se dedicaron a fabricar diferentes tipos de vajilla. Algunos objetos se fabricaban para las ceremonias del té. Durante el periodo Edo, había varias empresas que operaban en todo el país. Algunas empresas, como Hichozan Shinpo-sei, se dedicaban exclusivamente a la producción de objetos para la ceremonia del té.
Plato porcelana de Arita. Período Edo. De Deco Fantasque.
SETO
La ciudad de Seto, en el centro de Japón, alberga una de las zonas de producción de cerámica más importantes del mundo. La región está rodeada de colinas bajas cubiertas por una capa de arcilla, lo que la hace ideal para producir porcelana y loza. La ciudad ha contribuido en gran medida a la cultura alfarera japonesa.
La era de la cerámica moderna en Seto comenzó con el alfarero Tamikichi Kato, que abandonó su hogar en 1807 para aprender la verdadera fabricación de porcelana en Arita. Dominó la tecnología del horno y la preparación de la arcilla y regresó a su ciudad natal para transmitir el oficio. Su trabajo allanó el camino para el desarrollo de la industria artesanal japonesa, y hoy se le venera como el fundador de la industria de la porcelana de Seto.
La cerámica de Seto se considera un tesoro nacional en Japón. Se cree que se produjo por primera vez en los hornos Jian-yao de Fujian durante la dinastía Song.
Cuenco Chawan para el té de estilo Seto. De Stoneware Treasury.
LA CERÁMICA AKAZU
La cerámica Akazu existe desde hace mucho tiempo, se dice que se desarrolló en la ciudad de Seto durante el período Kofun (300-538), basada también en la producción Sue que existió en el período Nara. Este estilo añadió el caolín a la arcilla que se utilizaba frecuentemente en las piezas para la ceremonia del té japonesa. También presenta un esmalte único, llamado Kyusetsujiro. Este proceso de creación es bastante singular y combina un estilo tradicional con un estilo más moderno.
Este tipo de cerámica se utilizaba para los cuencos de té y se creó a principios de la era Kamakura. Se utilizaba una arcilla roja y un esmalte que contenía hierro. Suele estar decorada con diseños de flores y estampados, una técnica que es única en esta tradición.
Pieza del museo de cerámica de la prefectura de Aichi.
LA CERÁMICA KUTANI
La cerámica Kutani es un estilo que usa decoración con pintura sobreesmaltada. Al igual que la cerámica Imari, se fabrica con una arcilla que se seca antes de ser horneada. Se utiliza un tipo especial de esmalte para crear la rica ornamentación pictórica y las líneas vivas que caracterizan a este estilo.
Su historia se remonta a 1655, cuando se abrió el primer horno en Kaga, Ishikawa. Esto ocurrió durante el periodo Meiji, cuando Japón pudo por fin abrir sus fronteras y empezar a contactar con el resto del mundo. Fue uno de los primeros estilos que se exportaron fuera de Japón.
Se clasifica según su antigüedad. El primer periodo, llamado la era Ko, es extremadamente raro. Sin embargo, el periodo posterior, Saiko, que comenzó en el siglo XIX, fue un periodo de resurgimiento de este arte. En esta época se introdujeron pigmentos de estilo occidental a la vez que se recuperó su antiguo estilo.
Tetera japonesa de Niffle Ltd.
LA PORCELANA HASAMI
Este tipo de porcelana tiene su origen en la ciudad de Hasami, que se encuentra en la región centro-norte de la prefectura de Nagasaki. La ciudad tiene una población de unos 15.000 habitantes, y entre el 20% y el 30% de los residentes se dedican a la alfarería. La ciudad lleva produciendo Hasami-yaki desde hace unos 400 años, y en la actualidad representa una sexta parte de la producción de vajillas del país. Durante muchos años se vendió bajo el nombre de Arita-yaki, pero en el año 2000, la porcelana Hasami comenzó a identificarse como un estilo propio.
En sus inicios producían un tipo de loza vidriada, pero con el tiempo pasaron a crear porcelana, la cual fue teniendo más y más fama.
Aunque hace cientos de años, durante el período Edo, la porcelana se consideraba un producto de lujo, en Hasami los tazones kurawanka se producían en grandes cantidades, por lo que eran bastante asequibles.
Bol de porcelana de Hasami. De Robertsfindings.
LA CERÁMICA OBORI-SOMA
Es un estilo que suele mostrar escenas de cabalgatas en su decoración. Estas piezas forman parte de un ritual sintoísta conocido como «Soma Nomaoi». La tradición se remonta a más de mil años y continúa en la actualidad. Recibe su nombre de la piedra azul Obori, que se encuentra en la región de Fukushima. Algunas piezas también se presentan en esmalte blanco o color ceniza.
La cerámica Obori-Soma se fabrica en la prefectura de Fukushima y se produce en Namie desde el siglo XVII. A principios del siglo XIX, se convirtió en el mayor centro de producción de la región de Tohoku. Aunque la producción disminuyó durante el periodo Meiji, el espíritu creativo de los hornos locales sigue vivo.
Originalmente, el dominio Nakamura patrocinaba la producción de la alfarería Obori-Soma. Sin embargo, con la introducción de las prefecturas y la aparición de la economía moderna, el patrocinio de Nakamura cesó. Esto provocó el declive del número de empresas alfareras en la región. En la actualidad, hay unas veinticinco empresas de alfarería que continúan con el estilo.
Tazas Obori Somayaki de Curious Tiger.
LA FAMOSA CERÁMICA IMARI
Este estilo, que cuenta con una rica historia, ha permanecido casi inalterado durante muchos siglos. Muchos coleccionistas prefieren las primeras piezas Imari.
Las primeras Imari se inspiraron probablemente en la porcelana vidriada azul del sur de China. Este tipo de porcelana tiene pinceladas azules fluidas y se exportó a Japón a principios del siglo XVII. Esta variedad difiere de los patrones más estructurados de los tipos de horno de Jingdezhen exportados a Occidente. Más tarde, algunas alfarerías inglesas copiaron el estilo e hicieron sus propias versiones.
La primera cerámica Imari se fabricó en Arita, Kyushu, donde un alfarero coreano llamado Risampei fue traído por el clan Takeo. Comenzó a producir loza azul y blanca en 1616. Risampei estaba influenciado por las piezas chinas de la dinastía Ming, pero también incorporó elementos de diseño coreanos. Las primeras piezas de Imari mostraban escenas de paisajes y motivos chinos pintados con un brillante barniz azul. En años posteriores, los diseños se volvieron más abstractos.
Plato porcelana Imari pintado a mano. De Akiba Dream.
OTANI-YAKI
La cerámica Otani (Otani-Yaki) se desarrolló hace más de 250 años en Naruto, Prefectura de Tokushima, situada al este de Shikoku). Tiene una apariencia muy simple y algo tosca, pero el bonito brillo que estas piezas producen cuando les da la luz la luz es algo que ha cautivado a los aficionados a estas piezas.
Las piezas Otani suelen ser de gran tamaño y se cuecen en un tipo de horno llamado «noborigama», que se dice que es el más grande de todo Japón.
El Otani-yaki se hace con arcilla que contiene una gran cantidad de hierro. La arcilla se tritura y se mezcla, y el esmalte se aplica por inmersión. Este proceso requiere herramientas tradicionales, como un horno de cocción llamado Nerokuro.
Piezas Otan-Yaki de gran tamaño. De JTCO
LA PORCELANA TOBE
Este estilo japonés se originó en la ciudad de Tobe, al oeste de Japón. Las piezas más tradicionales frecuentemente están decoradas en azul y blanco. Hoy en día, estas piezas de arte japonés son admiradas en todo el mundo. La cerámica de Tobe también se conoce como sometsuke. Además de su belleza y durabilidad, su decoración es increíblemente versátil.
En el siglo XVIII, los ceramistas de Tobe descubrieron una arcilla de gran calidad, que usaron para producir porcelana más blanca. Antes de este descubrimiento, la alfarería Tobe era de color blanco grisáceo. Después, ya con su tono blanco característico, hoy en día, se hizo muy popular. Sin embargo, la producción de Tobe sufrió un declive durante el periodo Taisho, de 1910 a 1920, que fue superado después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la gente comenzó a apreciar este tipo único de producción artesanal.
En 1976, el gobierno japonés reconoció la cerámica Tobe como una artesanía tradicional japonesa.
Jarrón de Tobe. Museo de la prefectura de Aichi.
NABESHIMA
Este estilo se originó en la ciudad de Arita, en la prefectura de Saga, en Kyushu. Son conocidas por sus ricos colores ornamentales y elementos pictóricos en la superficie. Sus diseños y colores son una fusión de los gustos europeos y japoneses como el Imari antiguo, un estilo importante de cerámica Nabeshima, que data de la década de 1640.
El estilo más común dentro de la alfarería Nabeshima es el ironabeshima. Se caracteriza por un barniz de fondo índigo, seguido de hasta tres colores diferentes. El resultado es un acabado vívido en la pieza terminada. Aunque los colores de sus piezas no son tan intensos como los de la porcelana japonesa blanca tradicional, siguen siendo delicados y elegantes. Se fabricaban en tres tamaños básicos y se decoraban con diversas técnicas. Entre ellas, el azul bajo vidriado y los esmaltes blancos o de colores aplicados con pincel. Algunos diseños eran sencillos, mientras que otros eran con gran detalle y elaborados.
Pieza de cerámica Nabeshima de finales del período Edo. De Nakayacacan (那加屋花冠)
LA CERÁMICA JAPONESA TIPO SATSUMA
Su nombre viene e de la provincia donde se producía, situada al sur de Japón.
La cerámica satsuma es muy popular y hermosa, con una amplia gama de estilos. Su fama llegó a Occidente cuando Japón se abrió a los extranjeros a principios del siglo XIX. A finales de siglo, había evolucionado hacia piezas con diseños más sobrios. Hoy en día, el estilo Satsuma sigue siendo un referente entre los alfareros de Japón, y la producción de piezas de calidad continúa realizándose.
Muchas obras tienen marcas que facilitan su reconocimiento por parte de quienes no hablan japonés. La mayoría de las marcas están pintadas a mano o incisas en la superficie. Pueden llevar inscripciones como «hecho», «artista» o «Shimazu». Esta cerámica también puede identificarse por el escudo de la familia Shimazu, que es un rasgo omnipresente.
Otro ejemplo de marca satsuma es Fuku (nominalmente Fu), que es la palabra china para felicidad. A pesar de la popularidad de esta marca, en ocasiones, si no hay más información, no es fácil determinar quién creó la pieza.
Tazón de cerámica Satsuma (período Meiji). De Birney Creek.
QUÉ ES LA CERÁMICA ROTA JAPONESA
El arte japonés de reparar la cerámica rota se ha hecho cada vez más popular en los últimos años. La famosa técnica del Kintsugi es un gran ejemplo de ello. Este método consiste en reparar las piezas rotas aplicando polvo de oro (en la actualidad hay quien usa epoxi dorado). Es una técnica ancestral que muestra la belleza de los daños y representa la filosofía de wabi-sabi, o belleza en la imperfección. Por otro lado, es una forma excelente de reparar la una pieza dañada y crear un nuevo objeto tan bello como el original.
Esta técnica hace que la reparación, mediante la aplicación de oro, transmita belleza por sí misma.
Cuenco reparado según la técnica Kintsugui, por Brian Ohlsen de Broken Bowl Project.
CERÁMICA TRADICIONAL JAPONESA
Un método tradicional en el que se comenzaba a trabajar las piezas era enrollar primero la arcilla. Este proceso continuó incluso después de la invención del torno. La cerámica Rengetsu fue la primera que se fabricó con esta técnica. Más tarde, se desarrollaron más métodos de enrollado para producir figuras de arcilla haniwa.
Se suele afirmar que el torno de alfarero fue introducido en Japón con la cerámica Sue en el siglo V.
Hay muchos maestros ceramistas famosos en Japón, como Makuzu Kōzan (1842- 1916), Eiraku Wazen, etc. , la lista es interminable, si te interesa ver un listado completo de gran parte de los alfareros desde el siglo XIX tienes en esta web en inglés una completa y útil lista con sus marcas de autor. Algunos de ellos no trabajaron en los principales hornos, pero crearon objetos clásicos en muchas partes del país. La familia Tsuji, por ejemplo, trajo arcilla de la provincia de Shiga y comenzó a fabricar cerámica en la zona de Tokio. Además, varios alfareros replicaron los esmaltes chinos. Algunos de estos esmaltes son el celadón azul-verde y el qingbai verde-acuoso. Entre estos esmaltes, el esmalte Tenmoku es quizás el más popular y querido por los ceramistas japoneses.
Es importante destacar la importancia de la cerámica tradicional Kasama-yaki, que se remonta al siglo XVI, cuando el señor del dominio de Satsuma trajo a 80 alfareros coreanos a sus dominios, los cuales contribuyeron al desarrollo del estilo de esta zona. Los descendientes de Boku Heii desarrollaron la técnica de sobreesmaltado que se utiliza en la porcelana de Satsuma. Las piezas Kasama llegaron a ser muy codiciadas en Europa durante los periodos Edo (1603-1868) y Meiji (1868-1912).
1890. Porcelana blanca vidriada decorada en rojo. Obra de Makuzu Kozan.
LA CERÁMICA AZUL Y BLANCA
El patrón azul y blanco de la porcelana japonesa tiene una larga historia y recuerda a la naturaleza. Este estilo se remonta a mediados del periodo Edo (1603 – 1867), y se fabrica con porcelana y gres. Se suele producir en pequeñas cantidades, y se considera más cara que sus homólogas de mayor tamaño.
El precio de la cerámica japonesa azul y blanca varía mucho, dependiendo de su calidad y características. Hoy en día hay alfareros (japoneses y de occidente) que mantienen las técnicas centenarias que se usaban para lograr estas piezas, por lo que se pueden adquirir a ceramistas contemporáneos sin necesidad de ir a las tiendas de antigüedades.
Porcelana japonesa azul y blanca de Arita. Período Edo. De BKK Picker.
HISTORIA DE LA CERÁMICA JAPONESA
Su historia se remonta a hace miles de años, es una de las más antiguas. Se ha encontrado loza que proviene del período Jomon (10.500-300 a. C.).
En el siglo VI, Japón empezó a recibir influencia de otros lugares, especialmente de Corea.
El país es conocido por sus hermosos objetos, entre ellos las piezas hechas en Arita, que se considera la cuna de la tradición de la porcelana. Este tipo de piezas son increíblemente duraderas y tiene un color blanco que recuerda al oro blanco. Su superficie lisa la hace ideal para la pintura.
Una característica de la cerámica japonesa es que, a pesar de la popularidad de la porcelana, continuó creando piezas de gres sin esmaltar.
Otra ha sido la influencia religiosa, especialmente del budismo Zen en la elaboración de piezas destinadas a ceremonias como la del té.
Los hornos del clan Nabeshima produjeron obras para el shogunato durante más de doscientos años. El horno estaba escondido en lo alto de una montaña en Okawachi, y las piezas producidas eran de calidad superior. Sus diseños incorporaban temas tradicionales japoneses.
Las técnicas utilizadas para fabricar la cerámica de Arita se extendieron a otras ciudades, como Kioto, Kutani y Seto. Estas ciudades estaban pobladas por mecenas que promovían la difusión de la cultura japonesa. Entre estos se encontraban Yanagi Soetsu, coleccionista de la ceremonia del té, y Hamada Shoji, comerciante de seda.
Con la llegada de la industrialización y la apertura a occidente, la producción japonesa creció en popularidad fuera de sus fronteras y sus exportaciones comenzaron a crecer a un ritmo más rápido.
En los últimos tiempos, el crítico británico Bernard Leach (1887 -1979) promovió el movimiento Mingei, que nació para resaltar la belleza de los objetos cotidianos creados por artesanos anónimos. Este movimiento cobró impulso y acabó siendo muy popular en Japón.
Plato de porcelana con esmaltes policromados bajo vidriado azul (cerámica Hizen, estilo Nabeshima)
MARCAS EN LA PORCELANA JAPONESA
Se utilizan para identificar y fechar las piezas, mediante el color o la incisión, generalmente en la base de las mismas.
Por ejemplo, la marca Kaga no Kuni, que significa «de Kutani», es típica de las piezas fabricadas en esa región. Esta marca se utilizó por primera vez a principios del siglo XX. Refleja su influencia en los objetos producidos en la zona, y se asocia a un tipo concreto dentro de la porcelana de Japón. Otras marcas son genéricas, contienen dos o más caracteres, pero no identifican a un alfarero.
Otro tipo de marca es la marca de cerámica Satsuma. A menudo las piezas llevan unos ideogramas (kanjis) que significan «hecho en Japón» y «de origen japonés». A menudo, la marca se utiliza para identificar las piezas fabricadas en el periodo Meiji. Por ejemplo, una pieza con la marca «Shimazu» significa «Yoshi», «Kimo» u «Otsuke», es decir, «de la familia Shimazu»
Puedes ver una lista en inglés con las principales marcas de la porcelana japonesa.
Marcas genéricas en porcelana japonesa © kutani.org
Autor: Alfred Guinaroan
Escultor, ceramista, escritor
Modelar y crear desde la infinitud del material en bruto me cautivó desde la infancia, hace unos pocos años ya, en un pequeño pueblecito de montaña en Barcelona. Mis padres no son españoles, pero se enamoraron de la belleza de la zona y allí tuve la suerte de crecer entre la naturaleza.
Llevo ya más de diez años atrapado en el mundo de la escultura y del trabajo en cerámica.
El arte es mi pasión. Apreciarla y difundirla mi vocación.
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